¿Se pueden extender las ideas de los programas libres a otros recursos?
Podemos pensar que otros recursos de información fácilmente copiables electrónicamente son de naturaleza similar a los
programas, por lo que les son aplicables las mismas libertades, reglas y modelos de desarrollo y negocio. Hay diferencias cuyas
implicaciones han hecho que no se desarrollen con la misma fuerza que los programas. La principal es que basta copiar los programas para que funcionen, mientras que desde que se copia otro tipo de información hasta que empieza a ser útil se ha de pasar por un proceso más o menos costoso, que puede ir desde el aprendizaje de un documento a la puesta en producción de un
hardware descrito en un lenguaje apropiado. Revisemos los recursos libres más importantes.
1.4.1. Documentación de programas
La documentación que viene con un programa es parte integrante del mismo, como lo son los comentarios del código fuente.
Así lo reconoce la Ley de Propiedad Intelectual, y parece lógico que se le apliquen las mismas libertades y evolucione de la misma manera. Toda modificación que se haga de un programa requiere un cambio simultáneo y consistente en su documentación.
La mayor parte de esta documentación suele estar codificada como ficheros de texto sin formato, ya que se pretende que sea universalmente accesible con un entorno de herramientas mínimo, y debe incluir una pequeña introducción al programa documentado (README o LEEME), instrucciones de instalación (INSTALL), alguna historia sobre la evolución pasada y futura del programa (changelog y TODO), autoría y condiciones de copia (AUTHORS y copyright), así como las instrucciones de uso. Todas ellas, menos la autoría y las condiciones de copia, deberían ser libremente modificables según el programa va evolucionando. A la autoría sólo se le deberían añadir nombres y créditos, pero sin borrar nada, y las condiciones de copia
sólo deberían modificarse si estas mismas lo permiten.
Las instrucciones de uso suelen estar codificadas en formatos más complejos, ya que suelen ser documentos más largos y ricos.
El software libre exige que esta documentación pueda ser modificada fácilmente, lo que a su vez obliga a usar formatos denominados transparentes, de especificación conocida y procesables por herramientas libres, como son, además del texto puro y limpio, el formato de páginas de manual de Unix, TexInfo, LaTeX o DocBook, sin perjuicio de distribuir también el resultado de transformar esos documentos fuente en formatos más aptos para visualizar o imprimir, como HTML, PDF o RTF (formatos opacos).
Otra documentación
Sin embargo, muchas veces se elabora documentación sobre programas por parte de terceros que no han intervenido en el desarrollo.
A veces se trata de documentación de carácter didáctico que facilita la instalación y uso de un programa concreto (HOWTOs, COMOs o recetarios), a veces se trata de documentación más amplia, abarcando varios programas y su integración,
comparando soluciones, etc., ya sea en forma tutorial o de referencia.
En otras ocasiones, se trata de una mera recopilación de preguntas frecuentes con sus respuestas (FAQs o PUFs). Ejemplo
notable es el Proyecto de Documentación Linux. En esta categoría podemos incluir otros documentos técnicos, no necesariamente sobre programas, ya sean las instrucciones para cablear una red local, construir una cocina solar, reparar un motor o seleccionar un proveedor de tornillos.
Estos documentos son algo intermedio entre mera documentación de programas y artículos o libros muy técnicos y prácticos. Sin menoscabo de la libertad de lectura, copia, modificación y redistribución, el autor puede querer verter opiniones que no desea que se tergiversen, o al menos que esas tergiversaciones no se le atribuyan. O puede querer que se conserven párrafos, como agradecimientos, o que necesariamente se modifiquen otros, como el título. Aunque estas inquietudes pueden también manifestarse con los programas en sí mismos, no se han mostrado con tanta fuerza en el mundo del software libre como en el de la documentación libre.
Artículos científicos
El avance de la ciencia se debe en gran parte a que los investigadores que la hacen progresar para beneficio de la humanidad publican los resultados de sus trabajos en revistas de amplia difusión. Gracias a esa difusión los investigadores desarrollan un currículum que les permite progresar hacia puestos de mayor categoría y responsabilidad, a la vez que pueden obtener ingresos a partir de contratos de investigación que se han conseguido gracias al prestigio obtenido.
Así pues, esta difusión de artículos representa un modelo de negocio que se ha demostrado muy fructífero. Para que sea posible se necesita una amplia difusión y calidad garantizada. La difusión se ve obstaculizada por gran cantidad de revistas existentes, de coste no despreciable, cuya adquisición sólo es posible con presupuestos generosos.
La calidad se garantiza por medio de la revisión por especialistas. Por ello han surgido numerosas iniciativas de revistas en la Red, entre las que destacan la veterana First Monday o el proyecto Public Library Of Science. En “Directory of open access journals” se citan bastantes más. ¿Se debe permitir que personas que no son los autores publiquen una modificación de un artículo? Hay objeciones que alegan desde una posible falta de calidad o una tergiversación de opiniones o resultados, hasta el peligro de plagio fácil, que permite a algunos trepar sin esfuerzo y oscurecer los méritos de los verdaderos autores.
Sin embargo, la obligación de citar al autor original y de pasar una revisión en una revista de prestigio puede contrarrestar esos problemas (ver apartado 3.3.2).
Se ha querido establecer un paralelismo entre el software libre y la ciencia, ya que el modelo de desarrollo del primero implica la máxima difusión, la revisión por otros, presumiblemente expertos, y la reutilización de resultados.
1.4.4. Leyes y estándares
Hay documentos cuyo carácter es normativo, que definen cómo deben hacerse las cosas, ya sea para facilitar la convivencia entre las personas, ya para que programas o máquinas interoperen entre sí.
Estos documentos requieren la máxima difusión, por lo que todo obstáculo a la misma es contraproducente.
La variante tecnológica de las leyes son las normas o estándares. En programación son especialmente importantes los protocolos de comunicaciones, ya sea entre máquinas remotas o entre módulos de la misma máquina. Es obvio que no debe limitarse su difusión, especialmente si queremos que florezcan los programas libres que interoperen con otros, pero a pesar de ello, tradicionalmente, los organismos de normalización, como la ISO e ITU, venden sus normas, incluso en formato electrónico, y prohíben su redistribución.
Aunque pueda intentar justificarse esto para cubrir parcialmente los gastos, la libre difusión del texto de los estándares ha resultado mucho más productiva. Éste es el caso de las recomendaciones del W3C y sobre todo las que gobiernan Internet, disponibles desde el principio en documentos llamados RFC, de Request for Comments, en formatos electrónicos legibles en cualquier editor de textos.
Pero no es la disponibilidad la única causa del éxito de los protocolos de Internet. También lo es su modelo de desarrollo, muy similar al del software libre por su carácter abierto a la participación de cualquier interesado y por la utilización de listas de correo y medios similares.
¿Debe permitirse la modificación del texto de leyes y normas? Obviamente no si eso da lugar a confusión. Por ejemplo, sólo se admite que una RFC sea modificada para explicarla o añadirle comentarios aclaratorios, mientras que ni siquiera esto se permite sin autorización explícita para las recomendaciones del W3C. Las licencias son también documentos legales no modificables. ¿Debería permitirse la creación de nuevas normas derivadas de otras existentes a partir de los documentos originales? Probablemente hacerlo así llevaría a la proliferación fácil de normas similares e incompatibles que crearían
confusión y podrían ayudar a empresas dominantes en el mercado a promover su propia variante incompatible, como de hecho ya está ocurriendo, especialmente en el ámbito de la web. No obstante, en el caso de las legislaciones de los estados, muchas veces se han copiado literalmente leyes de otros países, adaptadas con pequeñas modificaciones a las particularidades locales.
¿Existe un modelo de negocio para las leyes y normas? En torno a las leyes existen multitud de profesionales que se encargan de su diseño, interpretación y de forzar su aplicación (legisladores, abogados, procuradores, jueces, etc.). En torno a las normas existen laboratorios que otorgan certificados de conformidad. Las organizaciones de normalización viven, o deberían vivir, de las aportaciones de miembros interesados en promover estándares, porque, por ejemplo, su negocio está formado por productos que interoperan.
L mismo que es conveniente tener una definición de software libre o abierto, también es necesaria una definición de estándares abiertos.
Bruce Perens ha propuesto una de ellas basada en los principios siguientes:
- Disponibilidad. Si es posible, proporcionar incluso una implementación libre de referencia.
- Maximizar las opciones del usuario final.
- Sin tasas sobre la implementación (no así sobre la certificación, aunque aconseja la disponibilidad de herramientas libres de autocertificación).
- Sin discriminación de implementador.
- Permiso de extensión o restricción (no certificable).
- Evitar prácticas predatorias por fabricantes dominantes. Toda extensión propietaria debe tener una implementación libre de referencia.
1.4.5. Enciclopedias
En 1999 Richard Stallman lanza la idea de una enciclopedia libre como un mecanismo para evitar la apropiación del conocimiento y proporcionar acceso universal a documentación formativa. Estaría formada por artículos contribuidos por la comunidad, sin un control centralizado, donde distintos actores asumirían distintos roles, entre los que se aconseja, pero no se obliga, el de revisor. Esta enciclopedia no contendría solamente texto, sino elementos multimedios y software educativo libre.
Han surgido varias iniciativas para realizar esta visión. Por ejemplo, la Nupedia ha tratado, de momento sin éxito, de construir una enciclopedia de calidad, quizá por requerir un formato relativamente difícil de aprender (TEI), quizá por el requisito de que todos los artículos necesiten un editor, revisores científicos y de estilo, etc. Mucho más éxito ha tenido la wikipedia, que ha eliminado ambos obstáculos y se aproxima más a la idea de Stallman. La wikipedia usa una herramienta, el wiki, que permite a cualquiera editar cualquier documento por medio de un sistema de texto estructurado extraordinariamente simple, como veremos en el apartado 8.5.2. Debido a ello han podido recoger más de 120.000 artículos en sus dos primeros años de
vida.
Cabe destacar también la Concise Encyclopedia of Mathematics con un concepto de libertad más limitado (sólo se puede consultar en la Red) y un modelo de desarrollo que necesariamente pasa todas las contribuciones por un comité editorial.
1.4.6. Cursos
Con la misma finalidad que las enciclopedias, se puede producir material docente libre, como apuntes, transparencias, ejercicios, libros, planificaciones o software didáctico. Existe una tendencia a ver las universidades como un negocio de producción y venta de conocimiento que contradice sus principios. Los motivos por los que una universidad puede poner a disposición de todo el mundo estos materiales son:
- Cumplir su misión como agente difusor del conocimiento.
- No cuesta mucho hacer accesible a todo el mundo el material existente.
- Estos materiales no sustituyen a la enseñanza presencial.
- Es publicidad que puede atraer a alumnos y que contribuye al prestigio de la universidad.
- Permiten crear una comunidad de docentes que se revisen mutuamente los materiales y los mejoren.
La iniciativa más notable en este sentido es la del MIT, que prevé hacer accesibles más de 2.000 cursos de forma coherente, uniforme y bien catalogados.
1.4.7. Colecciones y bases de datos
La mera recolección de información siguiendo determinados criterios, ordenándola y facilitando su acceso es de por sí un producto de información valioso, independiente de la información en sí misma, sujeto por tanto a autoría y, por ello, a restricciones de las libertades de acceso, modificación y redistribución. Por tanto, si deseamos información libre también podemos desear colecciones libres.
Por ejemplo, podemos querer clasificar la información relevante en Internet, organizando y comentando enlaces. Esto es lo que hace ODP (Open Directory Project), operado por Netscape y mantenido por editores voluntarios organizados según un esquema jerárquico.
El directorio completo puede copiarse libremente en formato RDF y publicarse modificado de alguna manera, como hacen Google y otros muchos buscadores que lo aprovechan. Netscape, propietario del directorio, garantiza un contrato social inspirado en el de la distribución Debian, que facilita la colaboración exterior, asegurando que siempre será libre, con políticas públicas, autorregulado por la comunidad, con los usuarios como primera prioridad.
Otro ejemplo de colecciones interesantes para nosotros son las distribuciones de software libre, con los programas modificados para que encajen perfectamente entre sí y precompilados para su fácil ejecución.
1.4.8. Hardware
La libertad en el hardware se puede analizar bajo dos aspectos. El primero es la necesidad de que las interfaces y juegos de instrucciones sean abiertos, de manera que cualquiera pueda realizar un manejador de dispositivo o un compilador para una arquitectura. El segundo es disponer de la información y el poder suficientes para poder reproducir un diseño hardware, modificarlo y combinarlo con otros. Los diseños pueden considerarse software en un lenguaje apropiado (VHDL, Verilog, etc.). Sin embargo, hacerlos funcionar no es fácil, ya que hay que fabricarlos, lo cual es caro y lento; si bien contamos con iniciativas en este sentido, entre las que podemos resaltar Open Cores, para circuitos integrados.
1.4.9. Literatura y arte
Para terminar nuestro recorrido por los recursos libres, no podemos olvidar el arte y la literatura, cuyo fin último no es tanto utilidad como estética. ¿Qué razones puede tener un artista para conceder libertades de copia, modificación y redistribución? Por un lado, dar a conocer al artista y favorecer la difusión de su obra, lo que puede permitirle obtener ingresos por otras actividades, como conciertos y obras de encargo. Por otro lado, favorecer la experimentación y la creatividad. En el arte ocurre lo mismo que en la técnica: la innovación es incremental y a veces es difícil distinguir el plagio de la pertenencia a un movimiento o corriente artística.
Obviamente no es lo mismo la creación que la interpretación, ni la música que la literatura. La música, la pintura, la fotografía y el cine son muy parecidos a los programas, en el sentido de que se les hace funcionar inmediatamente en un ordenador, mientras que otros, como la escultura, no pueden. No existen muchas iniciativas en arte y literatura libres, y éstas son muy diversas. Podemos mencionar las novelas del colectivo Wu Ming.
Fuente:
Introducción al software libre
Jesús González Barahona
Joaquín Seoane Pascual
Gregorio Robles
UOC
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