Para algunos, una modalidad del software libre, para otros, el término general que engloba a todo el software libre, y para otros, una peligrosa desviación de los conceptos originales del software libre para conseguir su mayor comercialización, el software de código abierto (open source software ) nace como una escisión del software libre de la FSF en 1998.
El proyecto “open source” surgió de una reunión estratégica mantenida el día 3 de febrero de 1998 en Palo Alto, California para reaccionar frente al plan de Netscape de liberar el código fuente de su navegador ‘Netscape Navigator’. Entre los presentes estaban: Eric Raymond, Bruce Perens (líder del grupo Debian), John “Maddog”Hall (de la organización Linux International) y Sam Ockman (grupo de usuarios de Linux de Sillicon Valley).
Estas personas comprendieron que, con esta iniciativa que promulgaba una empresa comercial, se podía abandonar la actitud
conflictiva que se había asociado con el software libre en el pasado e intentar ofrecer una perspectiva sobre el software libre
más pragmática y orientada al mundo empresarial. Hasta entonces, la GPL “dominaba” la filosofía del movimiento libre.
Sin embargo, varias licencias libres muy comunes como la BSD o la Apache, que no tienen las obligaciones de copyleft robusto
respaldadas por la FSF, permitían mayores posibilidades de distribución y de adaptación comercial. Se consideró oportuno, por
lo tanto, establecer una iniciativa para amparar estas licencias abiertas pero sin copyleft. En realidad, muchas de sus ideas provienen de un escrito publicado por Eric Raymond en el año 1997, titulado La catedral y el Bazar.
Para reforzar esta iniciativa, sus defensores también establecieron el uso de la expresión open source (‘fuente’ o ‘código abierto’, o su acrónimo OSD) para, por un lado, diferenciarse del término free software (generalmente relacionado con el software de copyleft de la FSF) y por otra parte evitar el uso de la palabra free, para no tener connotaciones de gratuidad.
De esta manera, el software libre mantiene las libertades fundamentales (copia, modificación, distribución, acceso a código fuente), pero no el concepto de copyleft, pues considera que la distribución posterior de obras modificadas debe permanecer flexible y no exigirse, como hace la FSF, la garantía de que la distribución posterior será libre.
Es importante tener en cuenta que la OSD no es una licencia, ni un modelo de licencia, sino diez directrices para la clasificación de licencias relativas a aplicaciones y productos de software en sus diversas formas (componentes, programas, distribuciones completas).
Fuente:
Software libre Aspectos legales y de explotación del software libre Parte I
Manuel Gallego Rodríguez
Manuel Martínez Ribas
Judit Rius Sanjuán
Malcolm Bain
UOC
Si quieres conocer otros artículos parecidos a El software de código abierto puedes visitar la categoría SOFTWARE LIBRE.
Deja una respuesta