Para un desempeño profesional eficiente, el técnico en Informática Profesional y Personal pone en juego un núcleo de capacidades profesionales básicas fundamentales. El diseño de las propuestas curriculares deberá garantizar su adquisición por el alumno.
· La capacidad de abstraer modelos conceptuales de programas y sistemas generalmente utilizados.
Implica poder representar sus respectivas arquitecturas y las problemáticas asociadas a cada tipo, identificando características y funcionalidades comunes y distintivas para facilitar su asociación con los problemas y necesidades planteados por los usuarios.
· La capacidad de razonar por inferencia asociando situaciones, síntomas y resultados con causas posibles.
Implica, por un lado, poder interpretar situaciones reuniendo y seleccionando información pertinente en función del problema planteado, y por otro lado, elaborar diagnósticos a partir de procedimientos metódicos de análisis lógica y experimentalmente
fundados. Esto permite formular hipótesis causales y ensayar procedimientos de verificación hasta identificar la causa del problema planteado.
· La capacidad de controlar experimentalmente la integridad y corrección de la propia operación.
Implica controlar las consecuencias no deseadas que puedan resultar de la solución planteada, utilizando procedimientos sistemáticos de verificación de los resultados obtenidos que permitan corregir decisiones iniciales e inmediatas hasta llegar a
una solución satisfactoria.
· La capacidad de comunicarse con el usuario.
Implica la rápida interpretación de sus problemas y necesidades, distinguiendo entre solicitudes explícitas y necesidades reales. Asimismo, supone la capacidad de transmitir, en un lenguaje apropiado para el entendimiento mutuo, las posibles soluciones a sus problemas, indicando distintas alternativas de acción, y advirtiendo sobre limitaciones o inconvenientes de cada una. Estas capacidades se ponen en juego tanto en interacciones informales de carácter individual a partir de problemas puntuales, como en ámbitos más estructurados que exigen de habilidades didácticas para realizar demostraciones y entrenar pequeños grupos de usuarios.
· La capacidad de evaluar las propias acciones en el contexto del usuario.
Implica la capacidad para interpretar y tomar en consideración las necesidades, urgencias y limitaciones del usuario al formular posibles soluciones, al ponerlas en práctica y al verificar su corrección.
· La capacidad de planificar y organizar las propias actividades.
Implica poder evaluar diversos cursos de acción, sus ventajas y desventajas, previendo y contrastando resultados y capitalizando experiencias.
Fuente:
Trayecto Técnico Profesional Informática Profesional y Personal
Ministerio de Cultura y Educación
Instituto Nacional de Educación Tecnológica
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